Por Juan Andrews
A finales de los 90 un estilo musical que mezclaba el canto rapeado con los gritos guturales se adueñaba de las radioemisoras a nivel mundial. Bandas como Korn, Deftones, Limp Bizkit, entre otras, aprovecharon los últimos días fértiles de la MTV para posicionar sus videos que, en su mayoría, trataban de temáticas depresivas y oscuras.
Con la llegada del nuevo milenio las bandas Nu Metal se multiplicaron notablemente gozando de los últimos años de ventas masivas de discos. Incluso los viejos Metallica decidieron probar suerte con el estilo lanzado Saint Anger, uno de sus discos más cuestionados. Otros que se metieron en el mismo bosque fueron Slayer con el Diabolus in Musica.
Pero si el género musical gozaba de tan buena salud, ¿qué paso entonces?
Las bandas íconos del agro tomaron rumbos muy diversos y muchas veces incomprendidos. Korn, quien vino a ser los Nirvana del Grunge o los Sex Pistols del Punk, sacó discos notables como el Life is Peachy, el Korn o el Issues, pero luego cambiaron a parte de la banda original y comenzaron a sacar discos que más tenían que ver con el gusto musical del vocalista que con lo que los fans esperaban. Similar suerte corrió Deftones, que si bien no perdió tanto el rumbo dejaron de ser lo que fueron en el Adrenaline o en el Around the fur.
Incubus (si es que alguna vez fue considerado parte del movimiento) vio un nicho en el pop rock, haciendo una cantidad innumerable de baladas melosas que perfectamente pueden ser la banda sonora de alguna película torpe de amor adolescente. Limp Bizkit siempre fue cuestionado por los más metaleros más talibanes y su gran exposición mediática más se relaciona con lo hiperventilado de su vocalista.
Así suma y sigue. El agro metal, o Nu Metal o, rap metal (o como usted quiera bautizarlo) tuvo la buena fortuna de nacer aún cuando la MTV tenía algo de música en su programación por lo que sus videos eran pan de cada día en los 10 más votados. Además con la muerte del grunge era necesario encontrar nuevos líderes musicales, por lo que emergieron en el momento indicado.
Quienes aún corren con la bandera de lucha son Slipknot, los que el 2008 sacaron All Hope Is Gone, golpeando en la cara a todos quienes los daban por muertos y logrando disco de platino con más de un millón de discos vendidos sólo en Estados Unidos, aunque claro, suenan más a Slayer o a Morbid Angel que al rap metal que todos conocimos.
En definitiva, este estilo, el cual venía derivado de uno mayor como es el metal (o de dos mayores si usted quiere ser más estricto; rap + metal), tuvo un bonito comienzo, un apogeo recordado, pero una caída estrepitosa en donde las reinvenciones musicales quedaron muy al debe y en donde es necesario preguntarse ¿qué pasó con el agro metal?
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