Por Juan Pablo Andrews
¿Sex Pistols o Ramones? ¿Ozzy o Alice Cooper? ¿Motorhead o Metallica?
Si bien es cierto no hay para qué poner a competir en materia artística, siempre es bonita la interrogante ¿Quiénes han brindado a los mejores músicos, los gringos o los ingleses?
En Estados Unidos en los 50 comenzó una reinvención de la música de los esclavos negros, que terminó evolucionando en la estrambótica guitarra de Chuck Berry o en el que algunos llaman el rey del rock, Elvis.
El blues americano tuvo diversas evoluciones respetando el eje guitarrero del estilo.
La siempre grandilocuente tierra del Tío Sam llevó a centrar las miradas en Norteamérica entre los 50 y los 60 desconociendo lo que pasaba en tierras foráneas.
Pero en Inglaterra se cocinaba algo bueno., bandas como Cream re-reinventaban el rock blues masticando virtuosismo y actitud en el mismo bocado.
The Who, Rolling Stone, The Kinks, The Animals, entre muchas otras, recogían lo mejor de lo visto hasta ese momento y le entregaban una imagen, una actitud, un concepto; una sustancia distinta y fresca.
A comienzos de los 70, Led Zeppelin lleva el rock and roll a otra dimensión siendo influencia de centenares de bandas tanto inglesas como americanas. Ahí comienza la fiesta. Si fuera una pelea de box, Inglaterra le asesta un derechazo en la quijada a EE.UU. ganando por KO. Hasta ese momento el rock gringo podríamos decir que era más ingenuo, más puro, más rural. Por lo que Inglaterra le dice a Norteamérica: “mira niño, esto es rock and roll”.
A eso súmale que a mediados de los 70 Inglaterra produjo una cantidad notable de bandas heavy metal, movimiento el cual llegó a llamarse New Wave, Heavy Metal, el que dejó grandes bandas como: Iron Maiden, Judas Priest, Motorhead, Saxon, Venom, entre otras.
Pero no todo lo bueno salió en Inglaterra. USA dio movimientos musicales notables como el Glam metal, el Grunge o incluso el agro metal.
Paralelo al Glam y al Grunge, los Guns and Roses tomaban el legado de los Zeppelin y le partían la cara al mundo.
Antes de eso Van Halen transformó su guitarra en un sable y decapitó a todos quienes creían tocar bien la guitarra.
Faith no More hizo lo que quiso y le resultó; Metallica y Megadeath se apoderaron del trash y los Red Hot Chilli Peppers se posicionaron a punta de Groove y riffs.
Ambas naciones han sabido mirarse entre ellas y devorar lo mejor del otro para la evolución constante que necesariamente debe tener todo arte. Mientras unos sacaban bandas o estilos, los otros miraban y tomaban apuntes. Y así sucesivamente.
http://youtu.be/INctYeX4EbI
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